Tatuarse la piel no es una práctica moderna. Desde los principios de los tiempos se utilizaba para decorar la piel y marcarla con signos distintivos.
En la edad moderna, en nuestra sociedad tener marcada la piel ha sido propio de ciertos ambientes y clases sociales. Hoy en día podemos decir que está muy de moda. Hay muchas personas que lucen tatuajes por diversas razones y principios. Pero todos coinciden: llevar grabaciones en la piel tiene significado especial y simbolizan las pasiones, momentos difíciles, amores de cada persona.
¿Tienes un tatuaje y quieres preservarlo después de morir, o simplemente tus familiares quieren tener un recuerdo tuyo?, pues ahora puedes enmarcarlo en un cuadro.
El director ejecutivo de la compañía norteamericana “Save My Ink Forever” pertenece a la tercera generación de una familia dedicada al sector funerario, y es, además, amante de los tatuajes. Él es el promotor de esta novedosa idea.
El proceso consiste en seccionar la dermis donde en finado tiene el tatuaje, sin quitar tejido muscular y tratarlo previamente con un conservante antes de ser enmarcado en un cuadro o cristal que lo protege de factores ambientales como los rayos ultravioleta. La empresa, pasados los aproximadamente 3 meses de proceso, envía este recuerdo personal tan especial a los familiares o allegados del fallecido.
El proceso es bastante costoso. Una pulgada (unos 2,5 cms) de piel puede costar unos 80€.
Curiosamente, al director de la ya mencionada empresa se le ocurrió la idea una noche de fiesta con sus amigos en la que se habló que si morían les gustaría conservar sus tatuajes, con la premisa de que para ellos, los tatuajes nos cuentan la historia de la persona fallecida, son detalles íntimos y personales.