Esta semana termina el Carnaval, con el tradicional entierro de la Sardina (Miércoles de Ceniza). En CINTAF aprovechamos este momento de festejos para conocer un poco mejor las tradiciones de los países que forman parte de nuestro grupo empresarial. Esta vez, las similitudes son mucho más evidentes que en caso de las fiesta de todos los santos.

El “carnaval” es un rito de origen pagano que viene marcado por el equinoccio de marzo. Simboliza la llegada de la primavera y con ella el renacer de la naturaleza y el comienzo de la siembra y las cosechas. El cristianismo absorbió esta fiesta ancestral y la convirtió en un rito de purificación en el que se representan el bien y el mal.

En muchas zonas rurales se conserva la celebración tradicional del carnaval, con una representación de los mitos primitivos que se repite de forma similar en muchos de los “carnavales tradicionales” de Europa.

Los personajes mitológicos de estas fiestas se visten de manera muy similar a lo largo del continente; máscaras talladas en madera, pieles de oveja, cuernos y cencerros son los atuendos de los Zanpantzarrak, Zamarrakos, Carantoñas. Busó, Koza que encaran el mismo personaje en distintas regiones.

El “funeral del invierno” es el nombre que reciben en Hungría y Rumanía las fiestas del Carnaval. En Polonia, el nombre de la fiesta depende de la zona donde nos encontremos: “carnaval de la cabra”, “carnaval de los montes de Tatra”.

En España hay tal diversidad de celebraciones como maneras de preparar el arroz…aunque podemos decir que las diferencias son mucho menos acentuadas que en caso de otro tipo de festividades y celebraciones populares. 

Aunque no tan coloridos y sensuales como los primos en América, los carnavales tradicionales en los pueblos de Europa son igual de divertidos y alegres. Su cometido es dar por finalizado el invierno y dar comienzo a la siembra (en las tradiciones ancestrales) y en su versión cristianizada es dar comienzo a la época de Cuaresma (Miércoles de Ceniza), un período de abstención y purificación.

No nos olvidamos de nuestros compañeros en el otro lado del océano, donde algunas celebraciones tienen origen en los carnavales europeos tradicionales de Europa, Los carnavales del continente americano fusionan ritos indígenas con elementos de origen cristiano. En Mexico encontramos la fiesta de Tlaxcala con una sorprendente similitud en cuanto a las vestimentas, las caretas que utilizan los quetzales y huahas en sus danzas solares en honor al Dios del Sol y de la Fertilidad y de la vegetación renaciente en primavera.

Las siguientes fotografías ilustran muy bien estas similitudes que comentamos.

Pedro Lopez